¿Nos hemos preguntado alguna vez que pasaría si renunciamos a nuestros más profundos deseos?

Y renunciar es una palabra que evoca varios motivos, puedes renunciar por no poder seguir más con una situación o persona -aunque en el fondo lo desees con toda el alma-, por temor al qué dirán, por el dolor que significaría que no se logren o simplemente por cobardía. Pero lo verdaderamente irónico es si la renuncia siempre implica rendición. Yo considero que no siempre es así.

Se sabe que la renuncia significa que nos privemos de algo o alguien pero ¿Puedes renunciar a algo sin rendirte? ¿Puedes prescindir de alguien o algo sin sentirte vencido por ello? Pues sí y ahí es donde nace el maravilloso poder de cada uno con su vida, la autonomía.

Muchas ocasiones pensé que si renunciaba a alguien ya me estaba rindiendo -y odiaba la sensación de darme por vencida, sentía que era conformismo-. Me preguntaba si aquella persona merecía que no me esfuerce más o no busque más soluciones, es decir, que simplemente lo deje de lado y renuncie a mis expectativas y/o deseos. Me preguntaba también si en algún momento conocería a alguien que sí lo mereciera, que sí valiera mis una y mil intentos en sacar las cosas adelante y buscar una salida pero no estaba segura, ni entendía hasta que punto era correcto ello. ¿Esta bien no rendirte a alguien solo porque consideramos que esa persona lo merece? ¿Y qué pasa con lo que esa persona esta buscando o esta ofreciendo a uno? ¿Dónde quedamos nosotros? ¿En qué momento nos ponemos primero? ¿En que momento decidimos «okay, esto vale la pena y puede que el caos o la confusión tengan solución en algún punto pero yo así nos soy feliz, así no siento que obtengo algo que merezco y así se altera mi identidad»?

Durante mucho tiempo pensé si renunciar y rendirse es lo mismo pero considero que uno puede renunciar a una meta, a un trabajo, a una relación amorosa, etc, pero ello no implica que no podemos dar más sino que, algunas veces, simplemente, ya no lo queremos en nuestras prioridades… porque no nos hace bien o sabemos que hay o abra algo mejor.